miércoles, 18 de agosto de 2010

SEÑOR ACTOR.

Ayer Lunes, casi finalizando el fin de semana largo e intoxicado de tantas comilonas y drinks, me preparé una sopita de pollo grille light (Regalo de mi amiga G), me armé el cine en casa y me predispuse a ver una peli que venía relegando en el tiempo. Tal vez prejuzgándola de ante mano por su temática, o el solo hecho de exteriorizar su título me remitía a una típica y panfletaria película Argentina sobre el tema sin demasiada profundidad.

La película se llamaba Paco, no solo por la droga (Creo que la más destructiva y letal de todas.) mal llamada: "la de los pobres", ya que hoy por hoy la consumen todas las clases sociales. Sino también alucia al nombre del protagonista (Tomás Fonzi), la verdad que el inicio no era muy auspicioso o por lo menos no era una peli para ver un lunes a las 10pm de un final de feriado largo y arrancar con todas las pilas el martes mi jornada laboral. Por las dudas, y con la desconfianza que me caracteriza, tenía otras opciones arriba de mi reproductor de DVD. Inmediatamente al iniciarse la proyección quedé atrapado de principio a fin, amurado con "Pulpito" a mi butaca Pierre Paulin (Sillón vintage de los años 60.) y me llevé varias sorpresas, a saber:

La 1rta y la más importante fue encontrarme con un Tomás Fonzi (Protagonista del film) hecho un verdadero hombre, un señor actor.
Vale la pena que les cuente que en el año 2000 tuve la suerte de conocerlo, por ese entonces un nene de apenas 19 años (Yo unos pocos más.) donde compartimos escenario en la obra "La Tempestad" (Shakespeare.) Mi primer y único trabajo en el Teatro San Martín, junto a un groso como Alfredo Alcón, Eleonora Wexler, Fonzi y gran elenco (Yo vendría hacer parte de ese "Gran elenco", supuestamente.) En ese momento Fonzi acababa de terminar una novela dedicada enteramente al público teen denominada "Verano del 98" y estaba claro que su idea era cambiar un poco su perfil.
Desde el 1er. día tuvimos una excelente relación, de hecho era esa clase de pibes que te genera buena vibra desde la 1ra. impresión y que tranquilamente lo adoptarías como amigo.
Por supuesto que mi fobia (Hoy más calmada.) hacia los actorcitos de la TV pudo más y ni bien terminaron las 2 temporadas lo invité a ver mi obra que recién se estrenaba ("Patrika, la muñeca alemana") y nunca más lo llamé.
Fonzi al igual que Pablo Rago, que entre paréntesis están cada vez más parecidos! (Atenti productores tiene el fisic du rol ideal para ser hermanos.) tienen esa cualidad de verdad única ante la pantalla sin haber tomado un solo seminario de actuación en su vida y por supuesto el maldito mote de "actor de TV" que tanto les costó sacarse al haber trabajado desde tan pequeños en la TV local. No está demás que les que les cuente que Fonzi arrancó en la TV casi por obligación, el día que se le ocurrió acompañar a su hermana a un casting con Cris Morena, y al ser elegidos ambos para "Verano..." (La "Clave de Sol" de finales de los 90), él se arrepiente y casi que lo obligan a presentarse en Sonotex para firmar su 1er contrato. Lejos quedaron aquellos años de principiante y seudo galancito de TV y ni que hablar de los cojones o la inconciencia que tuvo en su momento al aceptar un papel tan importante como el que le tocó hacer en "La tempestad". Teniendo en cuenta su edad y experiencia, jamás desentonó entre los casi 18 actores que conformábamos ese puesta. Pensar que ese solo sería el 1er. paso que hoy lo llevaría a convertirse en un señor actor, (Desde mi humilde entender, obvio.)
En su momento siempre lo pensé y nunca se lo dije, aprovecho el espacio de mi blog para decírselo: Durante cada función de la Tempestad en el San Martin, cuando me encontraba entre bambalinas, presta para salir a escena me hacía la misma pregunta al verlo actuar ante semejante responsabilidad que significaba Alcón: - Como hubiese hecho yo ese papel a la misma edad de él? - Seguramente mucho peor que él, no cabe duda.
Hoy, casi 10 años más tarde, me reencuentro con Fonzi en esta peli tan bien, tan en su eje, tan actor. Hoy en día donde los directores de cine solo parecen preocuparse porque el actor no actúe... ahí estaba él, paradito con 1.60mts de estatura ante semejante pantalla... anclado ante la cámara con la dosis justa de verosimilitud que implicaba un personaje adicto al paco y de tan fácil acceso a los típicos cliyes del cine Argentino.
Celebro la poderosa actuación de Fonzi, un actor de carácter, el cual no es precisamente el tipo de actor que me gusta a mí, pero que inevitablemente sigue los pasos de un Darín con proyección internacional.

La 2da sorpresa fue la peli en sí. Teniendo todos los ítems para caer en las mil y una obiedades, que el director Diego Rafecas le escapó con tanta maestría. Con un ritmo moderno, llevadero, cero pretencioso y sin ningún golpe bajo llevó tan bien la trama, la cual en ningún momento sale del tema troncal de película y si dejar de lado imágenes tan reales como crudas en su máxima expresión. Por supuesto que hay algún que otro personaje que no está muy bien desarrollado, o que tiene algún que otro puntito donde hace agua. Pero es tan bueno lo bueno que no pienso detener en lo malo. Al margen del sentimiento de cariño que me une con Fonzi, como quien ve a un hermano menor recibirse, es una peli digna de ver. Véanla!


Pelicula "Paco", una de las escenas finales en donde Nina (Norma Aleandro) decide tomar la palabra, momento sublime del cine Argentino.


Nota:
Dicen que una buena película te puede cambiar la vida dependiendo en el momento que te encuentres al verla. En este caso no se si "Paco" me cambió la vida, pero la actuación de Fonzi y la escena final, donde todos se encuentran el el parque de la casa y Norma Aleandro decide hablar por 1ra vez llenó mi espíritu de gozo, de ganas de escribir este post, de fuerza para arrancar mi tedioso martes y de que algún día no muy lejano, así como me pasó con el deseo de actuar junto a Alcón, de parame en el escenario del San martín y con tantos otros deseos más que se me cumplieron, esta vida me de la oportunidad de dirigir al monstruo de Aleandro y Fonzi, juntos en una obra de mi autoría.

Intentaré focalizarlo, y en una de esas...


Continuará...

Encuentra toda la data de la peli ingresando al site:
http://www.pacolapelicula.com/

jueves, 12 de agosto de 2010

BON VIVANT














Lindo fin de semana el vivido; los eventos arrancaron tempranito el día miércoles con el cumple de mi padre, el jueves con lo que yo llamo mi visita higiénica (termino carcelario referido al encuentro sexual), el viernes vinieron a cometer dos queridas nuevas amigas: una de las integrantes del Improcrash y una excelente actriz cómica en mi humilde entender a la que llamaré Sta Eme. Con las cuales la pasamos tan bien... sin posturas, sin tener la obligación de demostrar nada al otro, sin mentiras, tan relajado, tan nosotros. Donde reinó la alegría y la satisfacción por el buen momento del otro lejos de cualquier envidia vacua que siempre se filtra en cualquier relación. Una noche tan plena que la repetiría una y otra vez, sin aburrirme en lo más mínimo.

Porque las llamo nuevas amigas?
A lo largo de más de 12 años de carrera como dramaturgo y director teatral tuve la suerte de trabajar no solo con excelentes actores, comprometidos con su labor y mucho más (Item que valoraría mucho después de laburar con ellos) pero por sobre todas las cosas con mejores personas. En mis comienzos solìa laburar con amigos o compañeros muy queridos del conservatorio. Elección que me generaba cierta seguridad con un alto porcentaje de inconciencia que me proporcionaba mi corta edad (Dirijo teatro desde los 18 años) pero a medida que los años pasaron, ante cada nuevo desafío me fui animando a llamar a otros actores, a realizar audiciones con un desparpajo pocas veces visto en mí. En una de ellos conocí a estas dos Stas. las cuales en su momento solo eran 2 actrices más en mi espectáculo. Pero el tiempo, varios años despues me dio una segunda oportunidad de conocerlas ya como amigas. Tenemos muchas cosas en común, con decirles que junto a Eme compartimos el mismo día de cumpleaños y con la otra, un tiempo despues me convocaría para que la dirigiera junto a ascendente agrupación Improcrash, en lo que iba a ser su 1er. espectáculo de texto el cual prometía acompañarlos en su gira por Europa junto a su ya conocido show de improvizaciones.
Por cuestiones del destino, el proyecto quedó trunco. Tal vez no gustó, tal vez hubo cierto miedo lógico al abrupto cambio en la modalidad de trabajo, que se yo. Lo cierto o mejor dicho lo importante, es que me he ganado en buena ley estas dos nuevas amigas. Y me gusta decirles nuevas amigas, ya que en su momento no tuve el tiempo de conocerlas, siempre le hecho la culpa a la vorágine del ritmo de mis obras y por estar dirigiendo a casi 40 actores a la vez (No esto exagerando, fueron 40 + técnicos, literal.) pero sé que hoy cambié, que si bien es cierto que no estoy dirigiendo más elencos de 40 actores y ni pretendo hacerlo, yo he cambiado. Hoy, más tranquilo, más grande, con más tiempo para pensar mis pasos y con varias desilusiones encima de los que se decían ser mis "amigos" y una vez que terminaron mis obras nunca más me llamaron, nunca más tuvieron tiempo para ir al cine, para venir a mi casa, o simplemente para estar... Ojo que yo también asumo mi responsabilidad, ya que seguramente debo haber hecho algo para generar esa reacción en el otro, siempre la culpa es compartida. Hoy valoro mucho más mis relaciones y son cociente de que llevan su trabajo, su dedicación y uno no siempre tiene que esperar que lo llamen sino que uno debe generar también sus propuestas, en un ida y vuelta de reciprocidad.
Durante estos últimos casi 3 años que no he dirigido ningún espectáculo, al margen de alguna que otra perfo o instalación perdida para algún amigo o como una simple devolución de favores a personas que en su momento me dieron una mano en algùn proyecto propio. He reflexionado mucho acerca de mis amistades, las viejas, las nuevas, las que perdí, las quise perder adrede y dentro de todos estos cambios se encuentran estas dos nuevas amigas del ambiente artístico (Perdòn chicas, sigo con el estigma de etiquetar a mis amistades.)

El sábado arranque tempranito con un almuerzo re encuentro con mi amiga Dani (En este caso utilizaré su nombre de pila ya que tengo aprox. 10 "Dani" en mi haber.) Con ella me conozco desde la época del conservatorio (Esc. Municipal de arte dramático.) y por estas cosas raras del destino, hoy ambos no estamos haciendo teatro y laburamos en empresa aéreas.
Durante la tarde del sàbado la pasamos genial, mirando las 700 fotos de su último viaje a México, recordando a nuestros compañeros de conservatorio pero lo más gracioso de la tarde fue sin lugar a dudas cuando ella toda emocionada me mostraba las maravillosas cualidades de su I Phone y como el mismo le permitía servirse un trago virtual, no puedo explicarles con palabras la emoción de Dani al apretar en pantalla un limón y escuchar el ruido de una coctelera cuando batia, cual bar woman su I Phone (Tengo mi cámara rota sino juro que les hubiese subido un video.) La pasamos genial y no paramos de hablar desde la 1pm hasta las 6pm. Cuando llegó mi amiga y socia "Sta G", con motivo de una reunión de pre producción de nuestra futura empresa de eventos. La reunión no fue del todo éxito, ya que fiel a su estilo nuestra 3er socia (Sta Blonda), tuvo un imprevisto con su abuela y no logró infórmaselo a la Sta G la cual llegò a mi casa sin saber que la reuniòn se habìa suspendido. Lejos de crear un conflicto, hablamos de las instalaciones que fui escribiendo este tiempo e inmediatamente apenas terminè nos armamos el cine en casa, pedimos comimos mexicana y la pasamos tan bien en nuestro micro mundo.
Como era de esperar, el domingo cai en cama con fiebre. Luego de dormir todo el dìa a las 7pm decidí prepararme una mini pizza de harina integral con rodajas de cantimpalo y me alquile, como para no perder la sincro del finde "Cena entre amigos" (Una película francesa.) Por supuesto mi estado de salud y la panzada que me di en la cena y el postre de crema de cabayón y frutillas, no me permitieron estar 100% atento a la peli la cual no me pareció tannn buena como me la habían recomendado, pero tampoco es mala.


Concluido el fin de semana, elegí quedarme con las siguientes imágenes en mi cabeza:

- El feliz cumpleaños en penumbras, tal como dicta la tradición, de mi padre junto a sus nietas. Iluminado apenas por la luz de una vela y con la inocultable emoción de cumplir un año más, todos juntos, con salud, con sus hijos transitando un camino propio tal como él lo soñó algún día. Seguramente cuando nosotros 3 cabíamos holgadamente en su regazo, el mismo que hoy ocupaban sus pequeñas nietas junto al pastel, junto a su mujer de toda la vida y yo, cual niño angurriento frente a la gran piñata, guardándome todas esas imágenes en mi cabeza.
- Con la imagen de un videito hermoso que pude ver a través del I phone de mi amiga Dani, donde filmada por su pareja se la podía ver bailando y cantando al mismo tiempo sin ningún tipo de conexión entre cuerpo y vos; bajo un estilo de seudo Shakira con fiebre uterina, movía las caderas de un lado a otro con un desparpajo desconocido en ella (Por lo menos lo que yo conocía de ella) Y así trascurría su demostración sin ningún tipo de pudor, como si fuera la reencarnación de Pina Bausch. Sin importarle nada, iluminada frente a la improvisada cámara y al mismo tiempo tan plena... tan libre...tan mujer... tan descontracturada, tan inconciente y tan lejana del ridículo que pensé: - que linda está mi amiga. Con que alegría bailaba por dios! -.

- Con las risas de mis nuevas amigas, cuando en el momento menos oportuno a la Sta. Eme se le desprendía la tira de corpiño colorado y lejos de sonrojarse combinando elegantemente con la prenda intima se largaba a reír más fuerte aún, estirando la tira hasta su máxima expresión. O bien cuando al probar mi exquisito postre gourmet, la otra actriz seriamente daba por sentado que lo que estaba comiendo contenía licor de huevo y yo la corregía diciéndole que se trataba de una crema de cabayón, hecho que incentivó aún más las carcajadas ante mi buena pronunciación (Yo no tengo la culpa de que se diga sabayón y no zambayón.)

- La Sta. G y yo tirados en mi renovado sillón negro de 3 cuerpos, el cual supo ser parte de la mayoría de mis obras de teatro. Con el tiempo detenido como solo lo genera una buena película de humor negro (Vimos Sunshine Cleaning - la recomiendo) iluminados apenas por la proyección privada e intima, solo para nosotros dos.


Hoy decido quedarmeme con estas imágenes dentro de mí, las comparto con ustedes con el egoísmo y la satisfacción de saber que una vez mas mi vida pasó dentro de mi y como fuera, como el triste observador en el que me transformo de vez en cuando.

Continuará...

martes, 3 de agosto de 2010

Discurso de Steve jobs en Stanford (subtitulado)

Este es un discurso muy interesante y motivador que a mi me ha ayudado mucho. Una querida amiga me lo envió una vez, y hace unos días, luego de leer uno de mis últimos post volvió a enviármelo, tal vez sin saber lo mucho que me ayudó en su momento. Si tienen tiempo, dura casi 15min. pero créanme vale la pena cada palabra. Si no tienen tiempo o están un tanto apurados, déjenlo para más adelante, tal vez este no sea el momento.



La 1ra vez que lo escuché lloré mucho, me sentí un boludo, me sentí muy chiquito.
La 2da vez lo escuche muy atento.
La 3ra vez me empecé a sentir identificado en varios pasajes de su discurso. Sobre todo es la forma en la que deseo encarar mis proyectos. Recuperar mi convicciòn, mi locura.

Ojala les sirva a ustedes como una herramienta más tal como me ha servido a mí.
Estoy en camino.


Continuará...

HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE MAR DEL PLATA.

Son las 12pm de el viernes más caluroso de Enero en Bs As que mi cabeza recuerde, con una sensación térmica de 32 grados, me quedan muy pocas ganas de continuar adaptando un exitoso espectáculo que he realizado años atrás (2002/03) y que por alguna extraña razón del destino, un grupo de novatos productores están empecinados en volverla a los escenarios porteños.



Paradójicamente Mar del plata fue el lugar donde protagonicé mi 1er. fracaso teatral. Fue la primera obra que realizaba fuera de lo que era mi propia compañía teatral y que contaba con la suerte (O por lo menos hasta ese entonces era lo que yo pensaba.) de tener un productor que apostaba a mi talento. Nos embarcamos en una súper producción de una versión de famoso musical “Annie, la huerfanita” con un despliegue de escenografía impactante. Era todo lo que Mar del Plata "no" necesitaba: Un infantil con 13 actores en escena, a las 6 de la tarde, en un teatro inmenso. Con decirles que a la noche se presentaba una obra con los integrantes de “Showmach”, lo cual en ese momento y más allá de los gustos personales de cada uno, eran un verdadero “Boom teatral”. Esto sin contar que ese verano del 2004, los 31 primeros días de enero se desarrollaron con un sol a pleno como hacía 10 temporadas que no se vivían en “La feliz”. De más está decirles que el resultado arrojó un promedio de 20 personas por función, peleas con el productor de todo tipo y un repentino levantamiento de la obra el 7 de febrero sin previo aviso del cual fui el último integrante que se enteró. Una situación patética, la cual seguramente merecerá un post particular hablando del tema, pero bueno, el objetivo de este es otro. Fiel a los buenos momentos que siempre me regaló Mar del plata, este también lo fue, ya que más allá de que la obra fue un fracaso, la he pasado tan bien con todo el staff, sobre todo con mi stage manager de ese momento (Hoy mi amiga, la bien llamada Blonda de otros antiguos post.) y uno de los actores, el cual llamaré M, con el cual tuve una de las relaciones más lindas y complejas de las que he vivido. Triángulo que en breve merecerá otro post especial e intenso.
Ese verano tuvimos durante casi 3 meses de temporada, una hermosa y extraña relación simbiótica, en la cual pasábamos las 24hs del día juntos y cuando alguno de nosotros por “X” motivo tenía alguna cita o compromiso amoroso ocasional, inevitablemente nos encontrábamos en el mismo sentimiento, una especie de abstinencia de ausencia del otro devenida en celos, cual pareja en su mejor momento sexual. Pero bueno, se que les va interesar más el tema sexual, pero quiero volver al tema troncal de este post que es esta hermosamente extraña, bulliciosa e insoportable ciudad veraniega.
Desde que tengo uso de razón, recuerdo Mar del plata como una cuidad “Feliz”, ahí si que las luces nunca se apagan, los teatros, las casas de video juegos, el casino, las playas del faro, las alfajores y las medialunas de las Bostonnnn! Recuerdo ir a esa ciudad desde que era muy chiquito, desde cuando la famosa casa de churros recién abría sus puertas y solo tenía un largo pasillo de superficie. Más allá de cual fuera el destino que mis padres eligieran para sus vacaciones, ya que pertenecieron a la primera camada de argentinos que veraneaban en Florianópolis, siempre aunque sea en vacaciones de invierno pasábamos unos días por “La feliz”. He pasado tantos veranos, y en épocas tan distintas de mi vida que podría contar miles de anécdotas, pero hoy me quiero detener en 2 personas que el año pasado han partido a una nueva vida, ellos son Emily y Juanca y sin lugar a dudas fueron parte de mi postal Marplatense.
Para no hacer demasiado larga la historia, ellos eran una pareja de exitosos abogados, amigos de mis viejos, muy particulares. Por empezar, eran esas extrañas parejas donde los roles estaban invertidos. Ella era la que llevaba los pantalones de la casa, la que manejaba el auto, llevaba la voz cantante del estudio que tenían en pleno centro porteño y el era el típico amo de casa. Cocinaba estupendo, limpiaba, realizaba la decoración de su coqueto departamento de Belgrano, al cual te invitaban a comer una vez al año, mediante una cita pactada de ante mano con 1 mes y medio de anticipación y para mí era como ir a comer a lo de Mirtha Legrand. Ella era muy seria, culta y elegante. El era más popular, gracioso, ocurrente.. Jamás olvidaré las tardes en la playa y las conversaciones con mis padres. Ellos eran lo que yo quería ser cuando sea grande (Obviamente cuando fui grande, me di cuenta que nada más lejos de lo que fueron ellos era lo que quería para mí.) Eran exitosos en su trabajo, tenían un impecable departamento en MDQ, una agenda repleta de compromisos sociales y todo estaba organizado del 3 al 29 de enero. Teniendo casa en la playa propia y un pasar más que holgado, jamás se movían de lo que ya tenían pre establecido, ni un dia mas ni un dia menos. Recuerdo que las caminatas al centro tenían otra estirpe de la mano de ellos. Emily y Juanca sabían perfectamente donde se comía el mejor helado, donde se tomaba el mejor café, la mejor paella. Y allá íbamos, mis padres, mis hermanos y yo de la mano de ellos, sin dudar que una sofisticada experiencia íbamos a vivir, o por lo menos eso ero lo que yo pensaba por aquellos días.


Mi primer acercamiento a una salida más cultural fuera de lo que era comprar pulóver en J B Justo, ir al puerto a ver las lobos de mar o ir a visitar a nuestros parientes que tenían casa en Sta Clara del Mar, fue con Emily y Juanca, Quienes un día nos llevaron a conocer la casa de Victoria Ocampo. Luego de recorrer la mansión y ver como vivía esta señora, rodeada de lujos quien hasta ese entonces era una total y completa desconocida para mí, tuvimos la suerte de que en una de las habitaciones funcionaba una muestra de Dalí. Ese fue mi primer e inolvidable contacto con estos dos monstruos del arte (Años mas tarde conocería mucho más acerca de sus respectivas obras).

Finalizamos la tarde tomando un regio té debajo de una de las galerías de la mansión con una hermosa vista al imponente parque de la villa, donde no faltaron los scones, las masas, las tortas y todo contenido por una impecable vajilla de porcelana. Esa tarde me sentí especial, más adulto, más inteligente, más elegante, a pesar de que casi no omití opinión en esa tertulia (Mandato familiar: cuando hablan los grandes los chicos se callan). Por un momento comparé a esa desconocida Sra. rica, llamada Victoria con Emily. Diez años después comprendí las lejanas diferencias entre Victoria Ocampo y Emily. También años más tarde, en el 2004, en medio del ya nombrado fracaso teatral, intenté repetir aquel té en la villa con algunos integrantes de mi elenco, pero no fue lo mismo. La villa no estaba igual, los muebles de Victoria habían sido retirados de las habitaciones (Mejor no pensar en el destino que le abran dado) y suplantados por una pobre exhibición sobre la vida de Borges. El té y las tortas ya no tenían el mismo sabor de aquella tarde del 89, las sillas del parque habían sido cambiadas por unas plásticas, promocionando una afamada cerveza y en reemplazo de las sofisticadas meseras de aquel entonces, había 2 simpáticas señoras vestidas de manera informal.
Durante la velada, pensé en todo momento en Emily y Juanca, pero no les dije nada a los chicos, supuse que no iban a comprender el porque de mi estado nostálgico. Al finalizar la tarde, apenas el sol comenzaba a ocultarse tras un horrible cartel que había colocado la Municipalidad de las costa y como una especia de homejane a ellos y a mis amigos, me levanté de la mesa y con la escusa de ir a conocer la cocina de la mansión pagué la cuenta de lo que habíamos consumido a las señoras informales, tal como años atrás lo había hecho Emily.

Aproximadamente en el año 92, ya convertido en un adolescente, un verano en el que mis padres por cuestiones económicas suspendían por primera vez su mes de vacaciones. Viajamos con mi madre, solo ella y yo, por apenas una semana e invitados por Emily y Juanca al coqueto departamento Marplatense. Eran tan organizados, que apenas nos vieron llegar, nos recibieron como integrantes de la realeza. Como siempre, tenían todo organizado, durante el desayuno me hicieron entrega de una llave de su departamento por si quería salir en la noche ya que como me estaba iniciando en mi adolescencia y con un sentido de la ocasión impecable, pensaron en que tal vez iba desear salir a parrandear por las noches. Mi madre recuerdo que dijo que no iba hacer necesario, por lo que fiel a mi estilo peleador tomè la llave y salì todas las noches. Inclusive una de ellas invitè al teatro a mi madre pagando la entrada por 1ra vez yo.
Gracias por regalarme esas noches queridos Emily y Juanca.
La última vez que los vi con vida, fue hace 3 años, en el festejo de sorpresa que le hicimos a mi madre por sus 60 años de vida. Ya estaban un poco más viejitos, ella sobre todo, la cual le llevaba unos cuantos años más a Juanca. A mitad de la fiesta, y al ver que comenzaban a despedirse de mi madre, intenté detenerlos sin que ella se diera cuenta, pero me fue imposible. Justo se fueron minutos antes de que pasáramos un video con fotos de toda la vida de mi madre, en el cual había un apartado especial sobre nuestros viajes a Mardel y en el cual obviamente había varias fotografías donde aparecían ellos. De haber sabido que dos años más tarde iban a enfermar casi simultáneamente para luego dejar la tierra con apenas unos meses de diferencia, hubiese puesto más empeño para convencerlos de que se quedaran a compartir ese último momento con mi madre.
Mantengo un recuerdo muy especial de ellos, no me pregunten porque, ya que siempre fueron gente más grande que mis viejos inclusive, y yo demasiado chico para comprenderlos. Tal vez por una cuestión de ausencia de abuelos los veía como tales, tal vez porque formaron parte de varios años de mi vida en esa maravillosa ciudad veraniega, tal vez porque admiraba esa visión más estructurada de la vida social y cultural que ellos llevaban con tanta normalidad, tal vez por esa perfección que denotaba para mí cada uno de ellos. Seguramente por un poco de todo, lo cierto es que siempre recordaré esa etapa de mi vida.
Hoy ya no están con nosotros, y no voy a decir que los recuerdo día a día, porque estaría mintiendo, pero de vez en cuando los extraño.
Extraño las interminables tardes en la playa, los chistes y la torta de milhojas casera de Juanca, el estilo ubicado y chic de Emily. Una pareja tan hermosa que a veces me cuesta entender que ya no están en este plano, que nunca más los voy a encontrar en la playa.
En septiembre planeo escaparme unos días a “La Feliz” para ver si logro terminar la obra que estoy escribiendo. Seguramente vaya a visitar la playa de Emily y Juanca e intentaré recrear con mi mente, aunque sea por un ratito, esas tertulias playeras de aquellos años.


Continuará…


Nota:

Este post lo escribí en Enero del 2010 y me había quedado en la compu perdido como para ser corregido en algún momento. Hoy lo encontré y lo subí. Y apenas escanee una foto hermosa que tengo de ellos comiendo en MDQ la subiré también a este post que funciona como un humilde homenaje a mis queridos y recordados Emily y Juanca.

lunes, 2 de agosto de 2010

"Los domingos en familia" (Cap. 2)

Ayer domingo tuve la suerte de ir a comer a la hermosa casa de mis padres, llegué casi a las 9 pm y la cena estaba prácticamente lista. Siempre me gusta llegar más temprano ya que de esa forma puedo disfrutar un poco más a mis padres, debido q más tarde suelen sumarse a la reunión casi 10 personas más, entre hermanos, primos y sobrinos.
Este domingo éramos menos, solo estaba un tío, mi primo con su esposa e hija y lógicamente mis padres. Lo cual me permitió hablar un poco más, dentro de lo que mi querida madre me permite, ya que es una persona que habla hasta por los codos. Es casi imposible meter un bocadillo y lo que es peor, a veces te hace una pregunta, continúa con otros temas y luego (30 min. después), ante tu sorpresa te reclama dicha respuesta. Yo pienso que en otra vida debería ser conductora de un magazine.
No fue una noche especial o diferente a otras, pero hubo dos pequeños detalles con el mismo sabor agridulce (Entre feliz y triste.) que me llamaron la atención; uno de ellos fue apenas llegué. Mi padre me recibió junto a la chimenea cual postal de familia norteamericana con el faltante de nieve en el porch y el inconfundible aroma a "hogar", valga la redundancia de la casa de mis padres me invadió como lanza certera. Luego de saludar a todos y de entregarle el atrasado presente por su cumpleaños a mi primo (Un libro de Stephen King), me dirigí a mi ex habitación. La puerta estaba cerrada y al abrirla un aire frió me penetró los poros de la cara, la contraposición con el resto de los ambientes era notoria. La enorme habitación dividida por una arcada estilo colonial, con su estufa apagada se veía tan vacía. Mi hermano mayor, fue el 1ro en abandonarla, años más tarde me tocó a mí cuando decidí irme a vivir solo y desde hace 2 meses, le llegó el turno a mi hermano menor, quién se encuentra en España por lo menos hasta fin de año y quien este fin de semana se escapò con su novia a Londres (Que fin de semana distinto al mío no? ni mejor ni peor, solo un avismo).
Cada vez que ingreso a esa habitación me invade un dejo de tristeza, tantos años transcurridos en ese ambiente, tantas noche compartidas con mis hermanos, cumpleaños, horas de laburo frente a mi notebook en ese escritorio. Es como una postal de una vida que ya fue, que ya pasó. Una etapa que finalizó, con todo lo lindo y feo que el tiempo encapsula con la misma frialdad que sentí al ingresar ese domingo. Por lo gral. siempre me quedo unos minutos como tratando de recordar alguna anécdota o bien otras tantas me hago el que no veo nada, entro tiro mis petates y salgo raudamente, como quien no quiere recordar.

El 2do detalle lo noté ya en la maciza mesa de roble de la cocina; ese domingo como éramos apenas 7 personas pudimos comer allí. Apenas iniciada la cena, uno de los comensales propuso un brindis, el motivo del festejo (?) era por mi tío, quien acababa de jubilarse, y al día siguiente ya no tendría que ir a laburar más. Situación que alegraría a cualquier persona que viviera en el 1er. mundo pero que en nuestra querida Argentina suena más a un: "A los 69 años no servís, a ver como te las arreglas ahora".
Si bien estuvo claro que cuando uno alza la copa para brindar es por un buen motivo, uno no suele brindar por la muerte de un familiar, ni por el fracaso de un amigo, no? El brindis tuvo como un sabor inocultablemente agridulce, el cual lo pude notar en los ojos de todos los comensales, exceptuando a mi pequeña sobrina de 4 años de edad, quien por suerte aún reposa en su inmaculada ingenuidad, ajena a todo.
Esta bueno en este punto hacer un parate y darles una pincelada acerca de la personalidad de mi tío, como para que entiendan mi reflexión un tanto pesimista sobre este brindis:

Mi tío es un soltero empedernido de apenas 69 años, siempre fue un hombre de campo y en los últimos 20 años se dedicó a manejar una de las sucursales de una tienda de ropa (El dueño es amigo de mi padre de toda la vida y debido a su salud el hijo se ha hecho cargo de la empresa familiar.) y desde que tengo uso de razón siempre fue un hombre totalmente esquemático. Era casi imposible que alguien lo puede sacar de su apacible rutina. Creo que el único divertimento de sus fines de semana fue irse a la internar a la quinta, ponerse su traje de asador y guay! con que alguno se lo ocurriera tomar ese rol, deberían pasar por su cadáver. Su única salida fuera de esta actividad creo que fue la cena de fin de año con los empleados de todas las tiendas, la cual se realizaba en un espacio diferente cada año y a regañadientes solía ir.

Esperando que estos datos hayan servido como para aclararles el perfil de mi tío, vuelvo al momento del brindis:
Al chocar pude advertir cierta cadencia no del todo plancetera en nosotros. La mirada de mi tío parecía exclamar un: - Y ahora que? -. De hecho, inmediatamente mi primo le preguntó: -Que vas hacer mañana?. Ante la fría respuesta de tío con un: "-No se".
Esas últimas palabras me dejaron pensando mucho en el viaje de retorno a mi hogar, sobre todo me detuve en dos cuestiones, una más cruel que la otra:

1) Que injusta que son algunas cosas en nuestro país. El momento de jubilarse para una persona debería ser el más feliz de su vida, en el cual solo deberías pensar con mano me rascaré mejor el culo de ahora en más! Y sin embargo, lejos de ese actividad, uno se debe poner a pensar: "Como haré para mantener de ahora en más mi estilo de vida". Aunque mi tío no dijo una palabra, ya se que pensó en eso.
2) Mi tío es el claro ejemplo de todo lo que yo no quiero ser. Se que debe sonar horrible que diga esto de él y si me atrevo a escribirlo es porque se que nunca lo va a leer. Al margen de que lo quiero muchísimo, no deseo llegar a jubilarme así de solo, sin proyectos, sin amigos, sin relaciones más allá de nuestra familia, lo cual se que no es poco y que algunos ni eso tienen, pero eso solo no es la vida. Creo que se ha perdido de tanto... de tantos viajes, de tantas anécdotas, de tanta desestructura. Ojo que cada uno es como es o como le conviene ser, cada es artífice de su destino y jamás diría lo que estoy diciendo si no estaría seguro de los más importante, de lo que todo ser humano siempre persigue en el fondo, que es la felicidad. Estoy convencido de que èl no es feliz plenamente tal cual es. Lo pude ver en sus ojos en el momento de chocar las copas, en ese "No se" que dijo a media voz, y lo confirmè en los más triste de todo, nuestra cara de compasión disfrazada de falso festejo.

No quiero que a mí, el dìa de mañana me tengan compasión, no quiero llegar a viejo y decir: "y ahora que? Quiero que ante el solo hecho de pensar que en un futuro bastante lejano tendrè el dìa lunes libre, lo feliz que voy hacer, recordando mi vida bien vivida.
Como ya saben, es mi búsqueda de hoy día, vivir mi vida dentro de mí y no fuera, como mí tío, como el nombre de este blog, como todo lo que no quiero de ser de mí.

Conste que te quiero muchísimo tío mío!

Continuará...