lunes, 30 de enero de 2012

Puede fallar...


Diría Tusam en pleno apogeo de su carrera en el viejo canal de la palomita junto a un recordado procer de la TV Argentina como Leonardo Simmons.
El pasado sábado 21de enero todo estaba dado para transitar una velada más que agradable, relajada, con la tranquilidad de recibir a buenos amigos, los cuales a los largo de estos años y luego de transitar gran parte de mi vida junto a ellos , pasaron a formar parte de mi familia.
Con el amor incondicional que les tengo y tal vez con la certeza de saber que ellos no leen este blog haré uso de mi honestidad brutal.

Fue uno de los pocos días que llegué con el tiempo suficiente para terminar el menú, el cual pretendió ser algo sencillo y  termino incluyendo una variedad de bagels y pan casero, unas hamburguesas con muzarela y panceta (También caseras), mis ya famosas patatas a la brava (Se escriben así Sonia?) y unos sándwich de pollo con una salsita de pimienta. Mi querido amigo pabló se encargó del helado y como si hubiese sido poco lo cocinado, preparé unos brownies para acompañar el refrescante postre.

La 1ra que llegó fue Mónica, quien junto a su hermana gemela nos conocimos en la secundaria 23 años atrás (Un número, no?). A pesar de que años antes habíamos tomado la comunión juntos, pero poco nos acordábamos del hecho. Al finalizar 5to año ella tuvo un terrible accidente en moto en el cual estuvo a punto de morir (No estoy exagerando ni un pelin) tuvo q aprender nuevamente hablar, a caminar y si bien safó de un momento "X" en su vida, nunca quedó 100% como la chica que conocí en su momento. Tuvo la dicha y la desgracia de tener una familia que la amaba tanto que se pasaron de la raya y al resguardarla con recelo, en cierta forma le hicieron bastante daño. Tal vez este ya sea un tema demasiado profundo para este post, prometo explayarme más adelante.

En el caso del gordo (Como lo suelo llamar yo a mi amigo Pablo) nunca abandonamos nuestra relación de amistad, si bien solemos vernos pocas veces al año, mantenemos un contacto permanente a través de las redes sociales, teléfono y demás. Con el gordo fuimos compañeros de pupitre desde el 1er año del secundario; él fue el "bocho" del curso, pero no era el típico traga nabo sino el piola. Siempre recordaré nuestro 1er diálogo, el cual fue cuando lei, impreso en el estuche de sus anteojos "Photo óptica Palermo": - Ese es el local de mi viejo. Vos ahí te haces los anteojos? Si me dijo él, y ahí empezó todo. En 1er año del secundario no fue nuestro mejor "momento" pero a partir del 2do. fuimos codo a codo los líderes del curso. Con la diferencia que él era el centro de atención, fuente de todas las consultas y yo era la oveja negra, encargado de realizar la logística de las salidas de cada fin de semana.

Durante estos años hemos tenido una relación de amistad con altas y bajas pero nunca nos hemos peleado, y tampoco nos separamos el tiempo suficiente como para extrañarnos. Pero debo reconocer con todo el dolor de mi conciencia que ese sábado, donde todo se prestaba para una velada más que agradable, la he he pasado tan mal amigos. De hecho fue la 1ra vez que sentí que el esfuerzo de planificar durante una semana una cena,  no valió la pena. Se que es terrible lo que estoy diciendo pero cuando lean el rosario de frases célebres que me tiraron mis amigos me van a entender.


Continuará....
(En el próximo post llamado: "Caída libre de una fallida velada gastronómica o Puede fallar 2".)

viernes, 20 de enero de 2012

"Amigos son los amigos"

Confirmado señores, los compañeros de trabajo son para el trabajo. Los amigos son los amigos y la familia es el tesoro más preciado e incondicional que podamos tener en la tierra. Si bien en estos años he sabido cosechar amistades o simpatías, con hermosas personas que mi profesión de director teatral y dramaturgo me ha dado, debo confesar que cuando el sábado me hallé compartiendo la mesa con mis compañeros de oficina (Trabajo digno si los hay pero que no he elegido para mi vida) y mientras perdía la pulseada de tapar cada bache de silencio, llegué a la conclusión de que los compañeros de un trabajo, por más buena relación que tengas con ellos, son eso.. "compañeros de trabajo"; e intentar pasar esa brecha de 8 horas diarias y llevarlos a la intimidad de mi hogar no fue la mejor idea.
No digo que la pasé mal, porque sería injusto y mal educado con mis comensales; pero si lo comparo con el día anterior, en el cual mi amiga Marian trajo una exquisita comida Peruana, realizada magistralmente por su empleada, donde no faltaron las empanadas de camarones, el ceviche de pescado y la compañía de 4 amigos y 2 que pronto lo serán, me fue imposible la no comparación. De más está decirles que si en este momento estaría laburando sobre algo más cercano a mi profesión, aquella que soñaba desde tan pequeño, otro sería el cantar. Por empezar jamás los llamaría "compañeros de trabajo" sino compañeros de profesión, artistas, amigos, niños...




 

Pésimamente iluminada esta foto robada del fbk de un amiga reflejó, a pesar de la poca luz, el estado de plena felicidad que vivimos durante la noche de comida Peruana que tuvo lugar en la terraza de mi hogar. Soy tan feliz cuando logro reirme con todo el cuerpo.
 



Continuará...


Conclusión:
No forzar momentos, no conformarse, dejar que las situaciones fluyan pero tampoco relajase. Siempre estar atento y activo para generar unos buenos momentos de vida junto a ellos.

Decreto:
No existe mejor programa que compartir mi vida junto a la  familia, amigos y espero que dentro de un futuro no muy lejano, en compañía de un ser amado.