lunes, 25 de enero de 2010

“Vida de película”.

 Pelicula: "Pequeña MIss Sunshine".

No se quien inventó la frase de que una buena película te puede cambiar la vida. Soy medio escéptico sobre estas afirmaciones de autores anónimos o fábulas urbanas, pero para serles franco debo reconocer que muchas de ellas me han inspirado varios sentimientos buenos en mi espíritu.
Muchas mañanas, en medio del mi tedioso, rutinario y calurosa viaje en tren, cuando pienso que más bajo no puedo caer, inmediatamente, y casi como un recurso antidepresivo me encuentro soñando con un final feliz, típico de una película norteamericana de sábado por la tarde. Esas, que no se porque extraño motivo, nos vemos viendo una y otra ves, en distintos momentos de nuestras vidas.
A veces sueño que el tren se detiene en la estación, y desde el andén, el amor de mi vida, mi media naranja, aquella persona con la única que soñé alguna vez formar una pareja, me está esperando. O bien ingresa repentinamente al vagón, y con la complicidad de todos los pasajeros, perfectamente uniformados, me dice que me ama, que no puede vivir sin mí y me asegura que desde ese momento mi vida cambiará por siempre y que ya no tengo que ir a la oficina a cumplir mi rutinaria semana laboral. Esas mismas veces me pregunto, porque los seres “normales” como yo, no corremos con la misma suerte, porque nuestras vidas no se parecen ni en claro del ojo a la de películas norteamericanas. Cada mañana mi mente se hace las mismas preguntas:

Porque no tengo un escritorio frente al mar para escribir una futura obra ganadora de innumerables premios Tony, como el de Deane Keton en la “Alguien tiene que ceder” junto al genial Jack Nicolson?
Porque no me atrevo aún a tener un amor clandestino bajo los puentes de Madison?
Porque nadie me invita a comer el ultimo Brownie en el barrio de Nothig Hill?
Porque no tengo una casa tan colorida como las de Pedro Almodóvar?
Porque aún no he montado una obra en un teatro como donde triunfó Billy Elliot?
Porque nunca he comido tomates verdes fritos en una cafetería de pueblo?
Porque no tuve un viaje de larga distancia, en una camioneta amarilla, con dificultades para el arranque como la de la inolvidable “Pequeña Miss Sunshine”?
Porque no puedo contener las lágrimas cada vez que escucho la banda sonora de “Cuenta conmigo”?
Porque no he festejado nunca la navidad blanca en el Central Park, como lo hemos visto en tantas películas?
Porque..?

Cabe la pena aclarar, que ninguna de estás ausencias las vivo con dolor, solo con la añoranza de que aquello q está tan lejano de uno, por lo menos por ahora.                                                                                                                   
 Pelicula: "Los puentes de Madison 
Salvando las diferencias, me pasa algo similar cuando miro el Realty “Extreme Mukeover”. Ese en el cual te construye una casa en solo 7 días. Inesperadamente me dan ganas de re diseñar mi departamento y aunque se que es una sentimiento tan superficial. Siento que mi espíritu se proyecta de una actitud muy positiva, la cual me permitirá hacer todo lo que me proponga en ese momento. Dicen (La verdad no sé bien quien lo habrá dicho, ya que desconozco la fuente.) que cuando uno quiere conseguir algo en la vida, debe escribirlo en un cuaderno, firmemente cada cosa que desea conseguir y si realmente uno logra centrarse en el añorado objetivo, es casi imposible que no lo consigas. Aunque parezca una frase sacada de un libro de autoayuda o bien suene medio ridículo, debo decir que es bastante cierto. En lo que a mi experiencia se refiere, cada vez que me he centrado en un objetivo, lo he conseguido. Cuando quise estrenar contra todos los malos pronósticos una obra de teatro, cuando me quise ir a vivir solo, porque necesitaba alejarme de mi familia para acercarme un poco más desde otro lugar, cuando me quise comprar una moto cansado de viajar una hora y media del centro hasta la casa de mis padres en Olivos, cuando quise trabajar en el teatro San Martín o trabajar con Alfredo Alcòn, lo hice, todo le he cumplido y no me da ningún tipo de vergüenza confesarlo porque se que fue así.

Como así también confieso que muchas veces me he enojado conmigo mismo, por oportunidades que siento que me han tocado y yo simplemente he dejado pasar, ya sea por comodidad, por miedo, por boludo o porque no he focalizado la verdadera importancia del objetivo final.

Hoy en día tengo 4 objetivos importantes anotados en mi cuaderno:

- Arreglarme una muela partida y afrontar de una vez por todas mí pánico al dentista (Eso que es un familiar.)
- comprarme una casa.
- Vivir plenamente de mi profesión.
- Encontrar a la persona que me ame incondicionalmente y me acompañe en cada uno de estos objetivos.

Pelìcula: "Notthing Hill"
Y aunque cada mañana, mi realidad me de un fuerte cachetazo al llegar a Retiro, y aunque en la estación anterior no haya nadie para rescatarme, no me resigno a dejar de soñar con un final llano y feliz de película norteamericana. Donde todas las fraternidades, colmando el salón de basquetbol de la escuela, se ponga de pie aplaudiendo al nerd de la clase, ante la mirada atónita y orgullosa de sus padres y hermanos.

Cierro los ojos y escucho los aplausos…

Continuará…

2 comentarios:

  1. dale, haceme llorar nomás. Cuánto nos parecemos!!! Me pasa, todo eso me pasa en todo momento, parece escrito por mí.
    Te invito a comer un croissant en Talavera de la Reina, en lugar del brownie en N.H.... puede ser?
    Te viste el famoso discurso de Steve Jobs??? Si no lo hiciste, va siendo hora (está en You Tube)

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