viernes, 15 de abril de 2011

Comprar pececitos de colores.




A veces observo, tanto en mi entorno como fuera de el, los esfuerzos que realizan algunas personas por "mostrarse" bien, y lo que nos cuesta pedir ayuda, o simplemente comunicarle al otro: -"Hoy no estoy optimo"-. Aunque no tengo intención de hablar del tema de pedir ayuda, sino de una nueva moda (Por lo menos para mí) de queres demostrar permanentemente un estado de "exitosina" perpetua (Si, es una palabra que acabo de inventar, deviene de exceso de éxito.) No importa como estemos al momento de encontrarnos si bien o mal, pareciera ser que lo importante es mostrarnos exitosos ante los ojos del otro. Como si fuera algo grave bajarse del pedestal por un tiempo y permanecer erguido en el 2do. o 3er. puesto.

En lo que a mi persona concierne, siempre traté de mostrarme según mi estado, pero debo reconocer que durante estos últimos tiempos que estuve bastante bien anímicamente, conmigo mismo, con mi entorno; pude advertir que la gente la pasa mejor, se muestra más plena al mismo tiempo que uno se muestra "exitoso". Cuando hablo de éxito, habla de un estado anímico pleno, de un estado de gozo absoluto que deviene, tal vez del simple hecho de compartir una cena con amigos.


Lo que me hace un poco de ruido por estos tiempos que corren, es que cuando uno no está en estado de plenitud, advierto que no le caes igual a la gente, cuando ya no sos el anfitrión perfecto, cuando no logras rematar los comentarios con precisión, cuando un día flaqueas, decaes y necesitas una palabra de aliento, un simple: - Sabes que te estaba buscando para que me dieras una mano con esto... - O bien cuando Tomás una copas de más, y a un ser querido le confesas que algo de lo que dijo no está bueno, o que no pensas igual que él; de repente todo se reduce a una pequeña mueca de compromiso. Tal vez en el momento no te digan nada, pero al poco tiempo lo vas a ver reflejado en pequeños gestos como ser:


Lindos pececitos de colores falsos.
 - Que no te llamen o te envíen un simple sms por 10 días.
- Cuando los invitas a comer, justo tienen otro compromiso impostergable.
- Que el cambio de clima los afectó y se van a quedar encerrados en su casa.
- Que pintó el bajón, y una catarata del Niagara de bobadas más que no vienen al caso seguir enumerando.


Porque el ser humano (Entre los que me incluyo - Aclaración boluda si las hay.) insiste en complicar las cosas. Porque no nos podemos mostrar tal como somos sin afectar la buena relación con el otro (?¿) Y así como un día gritamos a los 4 vientos: - Que bien me fue con este espectáculo carajo! - otro día permitirnos decir: - Mal che, un fracaso total - o bien, - Hoy no se me cayó ninguna idea Martha-. Y que todo esto no derive en una suspensión de un encuentro, porque no esta bueno compartir mi tiempo con vos que "hoy" no estás óptimo o lo que es peor, tantear la agenda y si no tengo nada más interesante que hacer, me junto con vos.

Hubo un tiempo en el cual mi carrera por llegar (A donde? en ese momento creía saberlo.) no tenía descanso y jamás me detenía a pensar en esto. No había tiempo, había que llegar. Pateando, pisando, corriendo, relegando a mis amistades, a mi familia para otro momento y así pasaban los años, sin tiempo. Había que hablar rápido en el celular porque siempre había una llamada en espera o solo pensaba en cual sería el próximo problema que iba a tener que resolver.
Hoy, con un poco más de tiempo, sin llamadas que perturben mi tranquilidad, me esfuerzo día a día por recuperar a las personas que fui perdiendo o relegando. Me cuesta aún entender que muchas de esas personas, en estos años, realizaron tranquilamente su vida sin mi.
Juro que lo intento día a día, pero es un esfuerzo que a veces me cansa, me hace bajar los brazos. Aunque lo que más duele de este proceso, es darme cuenta que muchas de aquellas personas, de las cuales tenía la plena seguridad de que eran amigos, no lo eran. En segundo lugar y en uno menos doloroso, están aquellas personas de las cuales si nos hemos visto estos años y nunca he tenido su devolución. Obvio que uno no tiene que esperar una devolución del otro, pero está bueno sentir la reciprocidad del otro de vez en cuando sin tener la necesidad de reclamo alguno.
Soy conciente que tal vez esté un poco boludo últimamente, o repetitivo con algunos temas. O bien la personas que lean este post, que tal vez no sean amigos o conocidos míos no entiendan mucho de que estoy hablando; sepan disculparme entonces. Ustedes que leen este blog saben cual es mi objetivo con el mismo.
Los invito a leer el próximo post "The Office" que es más universal y tal vez se sientan reflejado en algunos pasajes tragicómicos que he escrito.



Continuará...
PD: Dicen que las peceras en los hogares traen mala suerte (Quuuuuuuuuuu?) 

4 comentarios:

  1. Comparto tu forma de pensar, me pareció muy interesante lo que escribiste.

    Saludos

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  2. De una forma muy extraña, lograste verbalizar cosas que nunca he entendido de mi persona.
    Como consejo, te puedo decir que sigas haciendo las cosas con la mejor de las intenciones, que seas sincero siempre, y no importa lo que digan los demás. Porque aquellos que parecen estar bien todo el tiempo, no siempre lo están, y lo que viven no es más que cinismo con ellos mismos... y si no se es sincero con uno mismo, entonces... con quién?
    Sólo queda ser uno mismo siempre, aunque sea tan difícil en este mundo donde todos aparentan lo que no son.
    Y pensar que encontré tu blog sólo por una imagen...

    Saludos Cordiales desde Chile.

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  3. Q bueno, esa es la idea de este blogm entre otras cosas que la gente lo encuentre así por casualidad.

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