miércoles, 21 de diciembre de 2011

La blonda cumplió años.

Ayer sábado cumplió años una gran amig (Citada en varios de mis post como “La blonda”.) para poder acudir al evento tuvo que dejar de lado la última función de la opera prima como directora de un actriz muy querida por mí. Esto sin contar que el 90% del elenco, casualmente, también fueron actores que trabajaron en varias de mis obras.

A la reunión fui invitado como una “supuesta” cena íntima; palabras que en boca de mi querida blonda duraron menos que un pedo en una canasta (No es fino?) y cuando llegué a su hogar había más de 30 personas. Superada mi fobia a los amontonamientos de gente y “niños” aullando por todos lados, me relajé y disfruté de la velada. Además del estado anímico predominante en mi espíritu en los últimos años, el cual me hizo (Y me hace) casi imposible sentirme pleno en la reunión, debo confesar que no la pasé mal. Charlamos, comimos rico, reímos, pero sin duda hay un punto de mi vida social en el cual no termino de encajar nunca. Por un lado en mis laburos, tanto como cuando laburaba en teatro como ahora en una empresa aérea, siempre suelo estar rodeado de personas más jóvenes que yo. Con los cuales muchas veces  no comparto temas o situaciones debido a que suelen ser etapas de mi vida que ya he pasado, que ya las he superado de una forma u otro. Ahora cuando me encuentro con gente de mi edad o tal vez unos años más grande, como por ejemplo ayer, en el cumple de la blonda me siento tan inferior, tan adolescente, tan inmaduro que me preocupa esto de no terminar de encajar 100% en ningún grupo.
Al margen de esta boba reflexión, confieso que disfruté de verla feliz a la blonda, la cual en los últimos tiempos no la estaba pasando nada bien. Lamentablemente no puedo ondear mucho más en el tema, porque sé que ella lee este blog y otros tantos amigos en común también lo hacen. Pero en algunos momentos de la noche y a pesar de que su exterior se veía tan pleno, ese cuerpo (Cada día más flaco), aún guardaba mucho dolor por sanar. 
Yo lo sé, ella aunque no lo quiera ver, lo sabe, sus seres queridos en algún punto lo saben.
Cuando soplamos las velas de la media torta que había quedado, pedí un deseo por ella. Deseé que pronto se avecine un cambio verdadero y de raíz en su persona.
Te adoro querida amiga, pero en esta no te puedo ayudar hasta que vos no lo decidas, hasta que vos no me des una señal certera de querer trabajar seriamente con tu problema. 

Continuará…

3 comentarios:

  1. :-)
    Lindo, lindo!!!!!!!! Adhiero a tus sabias palabras, no creo que haya nada que agregar solo que me encanta ser tu amiga!!!!
    PD: Quiero esa foto!!!! Estoy hermosa!! jajaj y vos con los ojitos abiertos!!! Y Marian divina como siempre!!!! Besotaso!!!!!

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  2. te amo querido amigo!!!! espero que haya aprendido a comentar el blog!!!!!!!!

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  3. aparezco anonima pero soy yoooooo la blonda!!!

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