"El sabor del reencuentro"

El sábado pasado fui nuevamente Mirtha Legrand, continuando con lo que ya a esta altura podría considerar una tradición, organicé una cena realizada literalmente por mis propias manos (Al finalizar el post, adjunto menú como para que se les haga agua a la boca), con tal motivo y con la suficiente anticipación como para que ningún integrante faltara, invité al elenco completo de "Hank". La 1ra y única obra dramática que escribí en mi carrera, la cual hizo una breve temporada de 3 meses (Tiempo estipulado por contrato) en el 2004. Si bien la sala siempre estuvo llena (Capacidad limitada) fue una obra bastante difícil de llevar adelante a pesar de haber sido uno de los proyectos menos ambiciosos que había encarado. Demasiadas idas y vueltas, plantazo de 2 actores sin previo aviso (Solo me pasó 3 veces en 12 años de carrera y 2 de ellos en Hank, no será mucho?) reemplazos, mi repentina vuelta al teatro como actor, uff.. me cansé de nuevo. Y estoy dejando de lado que ese año fue el más prolifero (estrené 4 obras) no así el mejor.

Volviendo al sábado... La cita estaba marcado para las 9 45pm en mi (A esta altura y luego de terminar de decorarlo ya puedo decirlo.) moderno dto. de Nuñez. Por supuesto la 1ra en llegar fue mi querida amiga a la que llamaré "Rubia". Encantadora y con todos los cliyes de las blondas tontas del estilo de "Sex on the city" (Sabes que te adoro igual tonta.) llegó antes de la hora pactada, con la cual, mientras terminaba de preparar mis brusquetas, nos tomamos un exprimido de naranja con vodka con el solo objetivo de entonarnos para el rencuentro. Luego llegaron los demás; cada uno con una botella de vino tinto en sus manos, y aunque mi menú sugería un vino blanco, como buen anfitrión accedí a que cada uno tomara lo que le hacía feliz, dejando morirse en mi heladera el vino elegido (Demasiado dramatico, no?). Así fue pues como recorrieron los pequeños ambientes de mi dto. el señor M, la Sta. Smich, la blonda, la glamorosa Baby y mi querida amiga y mano derecha Sta. G (Obviamente respetando la privacidad de cada uno de ellos, los he bautizado con nombres ficticios.) La única ausente con aviso fue Molly, quien se había ido una semana a NY, y lo bien que hacía.

                                                             Foto: Glam Baby, Sr. M, Smich y la blonda

La excusa principal del encuentro era ni más ni menos que ver luego de 6 años la filmaciòn de aquel espectáculo, más allá que la verdadera razón era "vernos", saber un poco de como había trascurrido nuestras vidas y por sobre todas las cosas, ser felices pasando un noche juntos con seres humanos que en la mayoría de los casos no se habían visto desde el final de aquella temporada. Aunque la razón troncal de este encuentro para mi en particular, fue otra, la cual al final de este post develaré. Inclusive para los protagonistas de aquella noche quienes se enterarán junto con ustedes, ya que en este momento estarán recibiendo una invitación vía e-mail para leer este post (Supongo que me entenderán, de hecho si me llegan a autorizar prometo subir algunas fotos del cálido encuentro.)

El tiempo trascurrió tan placenteramente, que a pesar de sentir que todo había pasado como en cámara rápida, estuvimos hasta casi las 5am hablando, riendo, y recordando anécdotas sin parar.
No se que nos pasa a los seres humanos, pero casi siempre cuando pasamos muchos años sin vernos los uno a los otros, es como que sentimos cierta obligación de hacer una especie de resumen para el otro del "que fue de nuestra vida" durante el periodo de ausencia, de los logros que hemos alcanzado, de aquellos momentos más fuertes que nos han tocado vivir, etc. Por supuesto que no fuimos la excepción y así pues como todos los presentes alabaron el nuevo estilo chic de la sta G, la nueva obra prox. a estrenarse de la glamorosa Baby, la empresa de vestuario que logró montar después de años de laburo el señor M y todo el puterío del mundillo de la publicidad, los viajes y los encontronazos con la familia de su esposo de la blonda que lo que menos tiene son pelos en la lengua, y el noticiòn de la noche de la mano de Smich (Para que se den una idea es como nuestra Laura Ingalls.) comentándonos, así al pasar, de que se iba a casar en octubre !! (Que noche Teté!)

Foto: Sr. M, yo y Smich.                                                

En lo que se refiere a mi persona, me dediqué a escucharlos, antes era yo el que siempre hablaba hasta por los codos, por lo que me pareció una buena opción solo dedicarme a escucharlos y a servirlos como se merecían. Además y para serles franco, durante este tiempo no tuve "grandes logros", de hecho pasé por momentos bastantes malos, pero últimamente estoy en una etapa reconfortante de mi espíritu, la cual consiste básicamente en reencontrarme con gente querida, que tal vez en su momento, en medio de la vorágine que implicaba el montaje integral de una obra, había perdido, había maltratado, había negado. Y estas cenas, estos reencuentros, me sirvieron no solo para recuperar ese vinculo perdido, sino que es mi manera de pedir disculpas por haber sido, en muchos momentos un arrogante niño maldito. He aprendido la lección, os juro. Tampoco me he vuelto una carmelita descalza, eh? en esencia soy el mismo y no tengo pensado cambiar, cada uno es como es y hay que aprender aceptar al otro tal cual, sin pretender cambiarlo o bien no aceptarlo directamente.

En eso estoy utltimamente chicos, trabajando el nivel de mis pretensiones.                                                                 
       

Entre risas, gritos y emociones agazapadas transcurrieron mis 3 platos gourmet, los cuales como buen obsesivo había preparado 1 día antes, no pudiendo concurrir al cumple de otra entrañable amiga a la que llamaré sta. Fias (Jajaja, que pelotudo q soy encubriendo nombres reales.)        
                                                                        Foto: Sta. G, Baby y Sr. M.
Te pido perdón! el sábado 15/05 nos veremos en el cumple del otro amigo que tenemos en común.
Por suerte a todos les gustó la comida y se que no han disimulado porque los platos quedaron vacíos y eso, según los chefs profesionales, es buena señal.                                                                                                                                          

Al finalizar el gran banquete y antes de ir a mi habitación para ver la filmaciòn de "Hank" hicimos un brindis con una botella de Chandon que estaba guardando celosamente en la heladera desde hacia más de 6 meses, necesitaba guardarla para una buena ocasión y pensé que el brindis era el mejor momento, no solo para beber ese exquisito jarabe llamado champagne, sino también porque la noche anterior a la velada imaginé que ese instante iba a ser el más conveniente para develarles a mis comensales cual era el objetivo real de  esa noche donde todo iba a pasar a un 2do plano: el brindis, el banquete, la proyección del espectáculo, el arribo de cada uno de ellos a mi hogar...
Lamentablemente no siempre las cosas salen tal como las imaginamos y llegado el momento del brindis consideré que no era el adecuado para decirles el verdadero motivo del encuentro. Inesperadamente me corrió un sudor temeroso por la nuca y el miedo por arruinar ese encuentro tan especial se apoderó de mi. No lo hice, no dije nada... solo dejé que chocaran las copas y que siguiera la noche tal como estaba... perfecta, impoluta.
Tal vez suene cobarde de mi parte o poco arriesgado mi inacción; seguro que así fue y en una pequeña parte de mi duerme una cuota de arrepentimiento, pero esa noche fui nuevamente feliz y eso acapara y compensa todo lo que me puede haber llegado a quedar en el tintero de los pendientes.

Acto seguido fuimos a ver la proyección de "Hank", otro movilizador, tierno y gracioso momento que tuvimos la oportunidad de pasar juntos esa noche, solos los 6, acompañandonos reciprocamente. Al finalizar
la misma, salieron todos como resortes de la habitaciòn y nos sacamos 2 fotos de despedida prometiéndonos un nuevo encuentro que tal vez no cumplamos, pero poco importa, ya que de mi parte sentí que había cumplido mi objetivo.
Solo se quedaron unos minutos más conmigo la blonda y mi gran amiga G con las que nos quedamos repasando la velada, bebiendo un té verde y comiendo un chocolate que alguno de mis comensales había traído y yo, en el trajín de tantos platos gourmet me olvidé de llevarlo a la mesa. Perdón a la que trajo el chocolateeeee!! juro que no lo hice apropósito.
Ahora bien amigos, les voy a contar el verdadero objetivo de esta reunión, el cual no me permití o mejor dicho no me animé a develarlo en el brindis.


Secreto a mis compañeros y amigos de Hank:

Para mí...
Hank fue la 1ra vez en mi vida que me plantee llevar adelante un espectáculo dramático.
Hank surgió en un momento  y en un lugar aún más especial, que es la playa... en el verano de 2004.
Hank fue un gran sueño hecho realidad, donde también por 1ra vez iba a laburar con actores que en su momento había dejado de laburar por distintos motivos y la 2da vuelta era más que importante para mí.
Hank no salió como yo lo imaginé, tal como en el brindis del pasado sábado chicos. Pero lo hice y por supuesto que valió la pena.
Hank fue la obra en la que menos actores participaron y en la que indudablemente tuvo más quilombos de todo tipo y factor, seguro los recordarán a todos.
Hank no creo que nunca más se haga, por lo menos conmigo como director.
Hank fue un desafío impresionante para mí
Hank (Esto es solo una opiniòn personal.) jamás se mereció ese final.. tan apagado, tan lleno de cansancio, tan triste.

Por eso hice esta cena chicos. Consideré que Hank... nuestro Hank, se merecía otro final. Tan lleno de placer y de alegría como la noche que pasamos juntos el sábado pasado y no saben lo bien que me hizo haberlo logrado junto con ustedes. Haberle dado, en cierta forma ese cierre hermoso que por lo menos yo sentí que le di a Hank, no tiene precio. Un cierre digno.
Pero al mismo tiempo amigos... sepan que...

Hank fue maravilloso para mí.
Hank fue la comprobación de que cuando uno se lo propone puede vencer todas las adversidades.
Hank me permitió conocerlos aún más, tal vez desde otro lugar impensado y estaré agradecido por eso hasta el día de hoy.
Hank me hizo alejarme de casi todos, para comprender y luego volver con más fuerza a ustedes.
Hank me divirtió horrores, sobre todo en aquellos momentos más dramáticos en los que uno no debía reírse bajo ningún punto de vista.
Hank es una vivencia distinta que recordaré en cada uno de nuestros maravillosos monólogos.
Hank fue tu mejor papel querida amiga G.
Hank ya es un recuerdo, y como todo a la lejanía se valora más, se vuelve más grande.
Sentí que el sábado le dimos el cierre que realmente siempre mereció.

Gracias queridos míos por ser parte de este "engañoso" encuentro. Tal vez sea un acto más de egoísta pedantería mía el no haberlos hecho partícipes del verdadero motivo de este encuentro con sabor a punto final. Les pido perdón, pero necesitaba hacerlo y fue la mejor forma que encontrè para darle ese maravilloso cierre.

Aún me quedan varios de estos cierres pendientes, y espero nunca estar lo suficientemente preparado para enfrentarlos, de lo contrario habrán perdido la gracia de lo inesperado. No dejo de pensar que si les hubiese dicho esto en pleno brindis hubiese cagado la noche.
Sepan que todo esta más que bien, mucho mejor que en el pasado. Recien hoy, 6 años despues siento que estoy preparado para desarmar tranquilo mi traje de Otis Hank y eso se lo debo a cada uno de ustedes. Los quiero mucho, los aprecio, los respeto más que nunca y esa cena preparada con tanta pompa, fue mi manera de decirles "gracias".

Gracias por haber sido parte de Hank y en varias formas extrañas de mi vida.


Continuará...
(PD: Apenas me autoricen prometo subir una foto.)

Menú:

Entrada...

1 Brusqueta de tomate, albaca y muzzarella.

1 Brusqueta de jamón crudo, rùcula, parmesano y cebollas caramelizadas.

Plato principal...

Trocitos de pechuga de pollo con una crema de puerro, verdeo, ají rojo y panceta. Acompañado por una tortilla baby a la española.

Postre...

Base de brownie con crema helada de sabayon y pompa de crema chantilly de cerezas.