lunes, 21 de marzo de 2011

Abuelita dime tu...

Aunque a veces nos enojemos con algunos ciclos de la vida ya sea porque sentimos que van muy rápido o bien porque en algunos momentos los días se nos hagan eternos; o porque nos apodera la ira de la injusticia al ver la repentina partida de un ser amado o simplemente nos recorre la agridulce nostalgia del ciclo concluido.

Desde que mi abuela cumplió sus primeros 100 años, me puse a pensar en como va a ser mi vida sin ella.
Vale la pena aclarar que mi abuela en el mes de abril del corriente va a cumplir la friolera suma de 102 años de una hermosa y bien llevada vida. Ella, un ser angelado por donde lo mires, al cual jamás escuché quejarse por nada. Siempre con su amplia sonrisa y su carcajada como carta de presentación, vivió tranquilamente sus primeros 100 años de vida con toda lucidez, recién desde hace un año y pico comenzó con los típicos achaques de un persona de su edad: ya sea porque le molesta la cadera para desplazarse y se niega a usar un bastón de puro coqueta o bien porque ya no reconoce a todos los integrantes de su familia. De hecho algunas veces no sabe donde está u otras tantas inventa anécdotas que nunca sucedieron. En principio pensamos que era alzheimer pero el médico ya nos confirmó que es demencia senil, la cual por ahora no está en su pico más extremo, pero todos sabemos que la situación lejos de mejorar va para peor. Es lógico señores... 102 años!!!

Es duro ver el deterioro de un ser tan amado, de una persona que te acompañó en tantas etapas de tu vida, tan presente y con tanto amor, la cual hasta los 100 años tuvo una salud de hierro y jamás la vimos ni con un resfrío. Son esos los momentos en los que uno desea que la vida no ser termine más, aunque esta sábado, mientras estábamos en la comunión del hijo de mi primo Maxi, el cual casi ni conozco ya que hace apenas unos meses volvieron de Australia; mientras la observaba con el cuidado y la dificultad con la cual levantaba su copa para tomar un sorbo pensé en que egoísta es el ser humano cuando deseamos que nuestros seres queridos no se aparten nunca de nuestro lado. Esa tarde de sábado, y sin darse cuenta mi querida abuela me enseñó algo fundamental: "Que sabio y que bien están armados los ciclos de la vida, sobre todo para el afortunado (Como mi abuela) que tiene la oportunidad de vivirlos a todos.

En éstos últimos años he pensado bastante en el día que mi abuela decida dejarnos y siempre llego a la misma conclusión: "ojala que se vaya rápido, que no sufra, que se duerma y ya está". Lamentablemente esto no va ha suceder y  todo parece indicar que su demencia senil avanzará lento pero con prisa. Por supuesto que no me alegro de esta realidad, pero al mismo tiempo hoy pienso que es lo mejor que nos puede pasar a todos los que la amamos. Creo que ella de alguna manera nos está preparando para su adiós, que tal vez tengamos que aceptar a esta altura que ese "adiós" que soñábamos, ese rápido y silenciado final no va a ser así. Tal vez convivir día a día con su deterioro tanto físico como mental, nos apacigüe de alguna manera el dolor que  vamos a sentir cuando ya no lo tengamos más acá abajo. Tal vez de esta forma, cruel por cierta, nos ayude a comprender que pronto ella ya no será parte de nuestras reuniones y sobre a todo a comprender el final de un ciclo hermoso de nuestras vidas, el final de partida (Beckett) de su vida.
 
Ahora bien, cuando decido no ser egoísta pienso...
 
Que todos sus amigos ya han partido,
Que solo le queda un hermano vivo en España del cual ya ni se acuerda,
Que en las reuniones familiares está un tanto perdida, sin tema de conversación, sin lograr descifrar quienes son los seres que la rodeamos.
Que ya no tiene ganas de ir a la peluquería,
Que los viajes en auto ya le parecen demasiado largos,
Que cuando la maquillan corre al baño a lavarse la cara,
Que ya no la dejan asomarse por la ventana por miedo que se lance por el 5to. piso,
Que su carcajada va perdiendo fuerza,
Que su luz se está apagando,
Que cada día se le dificulta más disfrutar de su vida,
Y es ahí donde una logra correr a un costado el egoísmo de la pertenencia, la sabiduría para no retener a una persona que ya quiere estar donde uno la sitúa y dejarla partir.


Para eso me vengo preparando estos últimos años; lógico que la voy a extrañar...
A mi única abuela,
A su forma de decir mi nombre con su tonada española,
A la voz de mi padre y su llamado diario, donde casi susurrando le pregunta: "que hiciste viejita?".
A los veranos de nuestra niñez en Mar del plata, andando en caballo que casi ya ni recuerdo si no fuera por una foto que atesoro y me devuelve a ese tiempo.
A las navidades en su casa y su hijo Pancho, el cual dejó de lado su propia vida para darle una mejor a su madre.
A sus otras hijas (Tere y la Negrita), quienes semana a semana, se turnan los días y pasan las tardes acampándola en su dto. de Montserrat, aunque a veces mi abuela las confunda con la chica que limpia.
A sus exquisitas y elegantes comidas.
A sus caminatas por la 9 de julio para ver salir a Mirta Legrand y saludarla como una amiga más.
A su cara observándonos por la ventana del 5to piso llegar para luego ir a comer a Plaza mayor.
A los viajes de Olivos al centro, cuando con papá y mis hermanitos la devolvíamos a su hogar en la época donde no existían los remises y nos enviaban con pijama por si acaso en el retorno nos quedábamos dormidos.
Al tono que utilizaba cada vez que nos contaba su anécdota preferida, la de aquel día en el cual su hermana rompió en llanto porque extrañaba a su familia y decidió volver a su país. Mi abuela (Una niña de apenas 15 años) la abrazó al lado del barco, le pidió que le sostuviera su valija y le dijo que la esperara unos minutos que debía ir al baño. Por supuesto que nunca más volvió, se quedó en la Argentina y recién se reencontró con su hermana 60 años después, en su último viaje a Europa.

No se si está bueno hablar de esta forma cuando mi abuela aún está en pie. Que se yo, luego de la tarde del sábado que pasé con ella y de ver por primera vez en mi vida su ojerosa y cansada mirada, me dieron ganas de escribir y salió esto. Será porque el próximo 23 de abril es su aniversario número 102, será por dentro de un mes y monedas viajaré a su país de origen? o será porque tiene que ser.

Creo que va a ser una muy buena idea visitar su pueblo natal (Pontevedra)



Continuará...

2 comentarios:

  1. Dice la Real Academia Española, como definición de CICLO: Período de tiempo o cierto número de años que, acabados, se vuelven a contar de nuevo.

    Siempre me llamó la atención de la vida cómo la vejez se asemeja tanto a la etapa de bebé, y creo fervientemente -quizás porque ya tengo casi 43 y me conviene- que uno no envejece, sino que endeterminado momento rebota y vuelve para atrás.

    Ahora que tengo a Simo, de 4 meses, leo tus items y creo que la mayoría le encajan a la perfección a mi hija:

    Que en las reuniones familiares está un tanto perdida, sin tema de conversación, sin lograr descifrar quienes son los seres que la rodeamos.
    Que no tiene ganas de ir a la peluquería (a ella le gusta su look pelo parado, supongo)
    Que los viajes en auto le parecen demasiado largos,
    Que cuando la maquillan corre al baño a lavarse la cara (no lo intenté, pero supongo que lo haría)
    Que no la dejan asomarse por la ventana por miedo que se lance por el 5to. piso

    Qué se yo! Quizás te suene cursi, pero para mí la luz no se le apaga sino que le atardece (a mí opinión, mucho más lindo el atardecer que el mediodía), y no es que cada día se le dificulta más disfrutar de su vida sino que aprendió a disfrutarla más serenamente.

    Vos pensá a tu modo, para mí ya hizo su efecto rebote, y en cualquier momento vuelve al útero a acurrucarse cómodamente y alejarse del "mundanal ruido".

    Mi abuelo se volvió a su útero a los 98, y su tiempo afuera fue tan bien vivido como el de tu abuela. Qué placer si heredamos eso!!!!! Chin chin por ellos y por sus genes!!!!

    Te espero prontito

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  2. Tal cual, hermoso lo que decís y tan cierta tu observación. Deberías subirlo a tu blog es genial.
    Nos vemos pronto en Spain!! en Mayo sería mi arribo porq los vlos vienen complicados y si no hay lugar no puedo viajar.
    PD: Era Valencia, no?

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